domingo, 7 de julio de 2013

Capítulo 40. ¡SEGUNDA TEMPORADA! -No dudes en perseguir tus sueños-

Esa semana pasó muy rápido.
A mi hermana ya la operaron varias veces y cada vez estaba mejor y estuve con mi familia junto a los chicos.
Cogimos un avión rumbo a la República Dominicana, nuestro primer destino. También nuestro primer viaje solos. 
Álvaro me protegía tanto, que no tenía miedo a nada. 
Cuando llegamos allí me quedé con la boca abierta, el hotel era un auténtico paraíso, lástima que fuera de él, estuvieran pasando miserias y había mucha pobreza.
-Te quiero muchísimo.-me dijo Álvaro.
-Yo muchísimo más, que lo sepas.
-No, yo te quiero más, nunca lo dudes.
Esa era nuestra única pelea. Y así es como empezamos este mes de vacaciones.

Al día siguiente, abrí los ojos y Álvaro no estaba en la cama. Me desperté asustada y gritando su nombre. Álvaro no estaba.
-¡Buenos días, princesa!-me dijo abriendo la puerta con el desayuno en una bandeja.
-Me has asustado, tonto.
-¿Por qué?
-Por que me he despertado y no estabas.
-Quería que fuera una sorpresa, enana. ¿Vamos a desayunar en la cama?
-Claro, vamos.
Nunca me habían traído el desayuno a la cama y sin duda esta era la primera vez más especial. Estuvimos peleándonos con la comida y nos pusimos perdidos. Directamente nos tuvimos que meter en la ducha.
Ese día decidimos quedarnos en la piscina del hotel, que tenía un bar dentro de la piscina y todo.
Yo me puse a tomar el sol, casi me duermo, se estaba tan bien...
Cuando abrí los ojos, Álvaro no estaba, vi que tenía una nota en su hamaca. 
'Ven al parque de al lado de nuestra habitación'
Me dirigí hacia allí sin pensarlo un segundo. Cuando llegué, allí estaba Álvaro con un ramo de rosas.
-¿Y esto?-dije con risa nerviosa.
Álvaro se me acercó, me dio el ramo de rosas y sacó una cajita pequeña mientras se arrodillaba. 
-¿Quieres casarte conmigo?-me dijo mientras sacaba un anillo.
-Álvaro... Estás loco.-le dije.
-Llevas razón, loco por ti.
-Yo claro que me quiero casar contigo, pero tengo 16 años.
-Voy a esperarte, tranquila.
Se levantó y me besó. Después me puso el anillo y me dio el suyo para que yo se lo pusiera a él.
-Es precioso...-le dije sobre el anillo.
-Me alegro de que te guste.
-Álvaro, se que ahora tu me puedes querer mucho y eso, pero soy una niña, estoy segura de que cuando encuentres a una chica de tu edad, te olvidarás de mi...
-Eso no va a pasar nunca. ¿Porque lo piensas?
-Pues porque tu tienes que vivir la vida con alguien de tu edad, y se que en verdad es lo que quieres.
-¿Sabías que la edad es solo un numero? A mi me parece que eres mucho más madura que otras de mi edad. Y te he pedido matrimonio en este parque porque quiero que siempre seamos unos niños que viven su vida al máximo, no quiero que crezcamos y estemos amargados y llenos de problemas. Quiero estar siempre contigo pero también vivir la vida como lo hacen los niños y querernos siempre.

Antes de que viera como se me caían las lágrimas, le di un abrazo.

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