miércoles, 3 de julio de 2013

Capítulo 37. ¡SEGUNDA TEMPORADA! -No dudes en perseguir tus sueños-

-No estés mal, por favor. No puedo verte así.-comenzó a decir Álvaro.
-¡Déjame en paz! Tú tienes la culpa de lo que le ha pasado a mi hermana, si no hubierais vuelto ya y yo hubiera estado con ella, quizás hubiera evitado esto. Así que déjame y no te acerques a mi.-le grité con rabia contenida.
-¿Pero qué hablas? Estás siendo muy injusta, María, que lo sepas.
-Pues yo no pienso lo mismo, así que por favor, déjame.
-Tú mandas. Espero que algún día te des cuenta del error que estás cometiendo, entiendo que todo esto te supere, pero no deberías pagarlo conmigo.
-Vete.-le grité una vez más.

Álvaro se levantó y se fue, sabía que él no tenía la culpa, pero no quería que pasara toda esta mierda conmigo, él debe de estar feliz y no detrás de una niñata como yo. Me sentía peor que en toda mi vida. Más lágrimas derramaba tras haberle dicho esas palabras, no me sentía mejor.
De repente, vi aparecer a David, Dani y Natalia.
-¿Como estás, mi niña?-me preguntó Dani preocupado.
-Pues fatal, así estoy.-le respondí.
-Nos hemos encontrado a Álvaro yéndose, ¿que ha pasado?-me preguntó David.
-Él tiene la culpa de esto, si no estuvierais aquí y yo hubiera estado con mi hermana, lo podría haber evitado.
-¡Él no tiene la culpa, María!-me dijo Natalia.
-Sí, sí la tiene.-le dije.
-Estás siendo muy injusta con él, que lo sepas... Y ya que él tiene la culpa, nosotros también, así que vayámonos Dani.-dijo David enfadado.
-Yo también me voy...-dijo finalmente Natalia.

Me sentía peor todavía, pero tampoco quería que ellos pasaran esto conmigo, deben de ser felices y continuar con su carrera. Aunque todo esto hiciera que fuera la niña más infeliz del mundo, a la vez me sentía bien por alejarles de todo esto.
Estuvimos esperando horas y horas, días y días. Álvaro no me llamaba y eso me preocupaba, era la primera vez que nos enfadábamos y no me llamaba ni una sola vez. Mis amigas tampoco lo hacían, Laura ni había venido a verme. 
Mi hermana seguía en coma, el doctor siempre con su frase: 'hacemos todo lo que podemos'. Pero ahí se quedaba.
Yo estaba cada vez más desesperada, me quería morir en esos instantes, todo iba mal. No iba al instituto y tenía los exámenes finales, mi relación con Álvaro había terminado y supongo que con el resto también y lo de mi hermana...

Un 21 de mayo, vino el doctor y dijo: 'Paula ha salido del coma, se va a poner bien. En unas horas podréis pasar a verla'.
Por fin pude llorar de alegría y celebrarlo con mi familia, era lo mejor que nos podía pasar.
Cuando pasaron 5 horas, por fin pude ir a verla, no la veía bien, pero con que estuviera viva me bastaba. Todavía le quedaban operaciones por hacerse y por eso debía quedarse en el hospital incluso meses.
Yo regresé a casa, después de 9 días que siempre estaba en el hospital y solo iba a casa a ducharme.
Llamé a Álvaro, no podía aguantar más.
-Álvaro...-dije.
-¿Que quieres?-me preguntó enfadado.
-Necesito verte.
-No va a ser posible, lo siento.
-Por favor.
-No, María, es mejor que no nos veamos, ya que yo tengo la culpa de todo.
-¿Donde estás?
-Ya estoy en Madrid, tengo conciertos que hacer y firmas, así que no nos vamos a ver. Adiós.

Y me colgó. Había sido la peor conversación de toda mi vida. Directamente llamé a Dani, para averiguar donde actuaban mañana e ir hasta allí a verle, necesitaba demostrarle a Álvaro que me importaba. Actuaban en Valencia, así que no dudé en coger un tren y dirigirme hacia allí.

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