lunes, 28 de enero de 2013

Capítulo 27. {No dudes en perseguir tus sueños.}

Nos llamó Magí a las 6 de la madrugada. 
-Ya nos podemos ir, chicos.-nos dijo.
-¡Por fin! Aunque se está agustito aquí, eh.-dijo Álvaro bromeando.
-Calla, anda. Ven, que te ayudo a vestirte.-le dije.
-Puedo yo solo, pero si me quieres ayudar no te voy a decir que no.-me dijo con ojitos.
-Tonto, pues te la pones tu.-le dije.
Se cambiaron los cuatro y Magí nos llevó a la casa, esa casa donde había ocurrido todo.
-¿Nos tenemos que quedar aquí?-le pregunté.
-Sólo es un día y ya no va a pasar nada, están en la cárcel esos delincuentes.-me aclaró Magí.
-No va a pasar nada, tonta. Ahora solo hay que disfrutar de este día que nos queda.-me dijo Álvaro.
-No quiero que se acabe esto...-le dije.
Los chicos y Magí se fueron, dejándonos solos a Álvaro y a mi.
-Yo tampoco, mi niña. Pero tiene que ser así.
-Te voy a echar muchísimo de menos...
-Y yo, fea. Te amo.
-Yo más.

Nos fuimos a cambiar y estuvimos en la piscina, esta vez Magí se unió, ya que era el último día. Pasamos la mañana allí y después los chicos se pusieron a hacer una barbacoa, no tenían mucha experiencia, pero lo pasamos genial.
-Mmmm, estaba buenísimo.-dijo Carlos.
-Es que a ti te gusta todo, niño.-le dijo Natalia bromeando.
-Boba.-le respondió él, dándole un beso.
-Ahora que estamos todos, yo quería decir que... Os quiero mucho, hermanos.-dijo David emocionándose.
-¿Nosotras también somos tus hermanas?-preguntó Carla.
-Claro, todos y cada uno de vosotros. Siempre os voy a recordar y sé que nos vamos a ver muchas veces más todos juntos.-dijo David conteniendo las lágrimas.
-Te quiero...-le dijo Laura, dándole un abrazo.
-Yo quería decir que, aunque hayan pasado varias cosas y varias peleas, que también os quiero mucho y que espero que esta no sea nuestra última comida. María, lo siento por todo. ¿Hermanos?-me dijo ofreciéndome su mano.
-Hermanos.-le respondí, dándole la mano.
-Yo quería decir que, por favor, Magí, organiza algo de esto pronto, que yo no voy a aguantar sin ver a María todos los días.-dijo Álvaro.
-Que bobo, seguro que me olvidarás y todo.-le dije bromeando.
-Eso nunca, enana.-me dijo, besándome.
-Yo quería decir que, aunque haya sido la última en llegar, ya me siento como de la familia. Os quiero.-dijo Aina.
-Yo no digo nada, por que ya lo habéis dicho todo.-dijo Blas riéndose.
-¡Vamos a disfrutar más de la piscina!-saltó Carlos.
-¡Vamos!-dijimos todos a la vez.

Nos tiramos al agua y pasamos el resto del día allí, hasta que llegó la tarde-noche, que pensamos en hacer algo especial.

miércoles, 23 de enero de 2013

Capítulo 26. {No dudes en perseguir tus sueños.}

Estuvimos un buen rato tumbados los dos juntos, hasta que vino la enfermera para cambiarle el calmante a Álvaro.
-¿Cuando nos podremos ir?-le preguntó Álvaro a la enfermera.
-Creo que en una hora más o menos os darán el alta a los cuatro.-le respondió.
-Vale, muchas gracias.-le agradeció Álvaro.
La enfermera se fue y nos quedamos viendo la televisión, no había nada, ya que eran las tres de la madrugada y no había mucho que ver.
-Chicas, venid conmigo, os llevo a casa y yo me quedo con ellos hasta que les den el alta.-nos dijo Magí a Laura y a mi.
-Id vosotros, yo me quedo.-le respondí.
-¿Estas segura? No es necesario.-me dijo Magí.
-Necesitas descansar...-añadió Álvaro.
-Que no, quiero quedarme aquí.-les respondí bruscamente.
-Vale. Pues yo ahora vuelvo.-dijo Magí.
-Álvaro, voy a ver a Blas y Dani, ¿vale? Que no he ido a verlos en toda la noche...-le dije dándole un beso.
-Vale, mi niña.-me respondió.
Fui a la habitación de Blas y Dani, estaba al lado. Estaban los dos dormidos. Yo me acerqué a Dani, tenía una carita más tierna... Decidí darle un beso en la frente.
-¿María?-dijo Dani extrañado y medio dormido.
-Siento despertarte, quería ver como estabas.-le expliqué.
-Estoy bien, me duele un poco la cara, pero bueno...-me dijo.
-De ser tan guapo, ¿no?-le dije bromeando.-Me alegro de sacarte una sonrisa, feo.
-Tú siempre me sacas sonrisas.-me dijo muy tierno.
-Y Aina.-le dije indirectamente.
Dani hizo un gesto con la cabeza y la agachó. Después, se tumbó dándome la espalda.
-Descansa, pequeño.-le dije mientras le daba un beso en la mejilla.
Él no me contestó y me fui de la habitación.
-¿Como están?-me preguntó Álvaro.
-Estaban los dos dormidos.-le dije.
-Normal... Tienen que estar cansados.-añadió.
-Sí, y tú también, así que duérmete un poco. Y tú, oso amoroso, también. A dormir.-dije refiriéndome a David.
-A sus órdenes mi sargento.-dijo David bromeando.
-Buenas noches.-me susurró Álvaro desde la camilla. Yo no pude evitarlo y me levanté a darle un beso.
-Buenas noches, pequeño saltamontes. Te quiero.-le susurré.

lunes, 21 de enero de 2013

Capítulo 25. {No dudes en perseguir tus sueños.}

Al ver a Dani también le agarraron y le pegaron unos buenos puñetazos. Yo lloraba desde las escaleras sin saber que hacer, sin saber como actuar.
A los minutos, escuché la sirena de la policía. Por fin había llegado ese esperado momento. Fueron corriendo hacia los ladrones, o asesinos, quien sabe, y le pusieron las esposas. La policía habló conmigo y con Carlos que fuimos los que lo presenciamos todo sin que nos hubiera pasado nada. También vinieron cuatro ambulancias, para Álvaro, Blas, David y Dani. Las chicas se fueron con ellos, Carlos y yo tuvimos que esperar.
-¿No tenéis nada más que decir?-nos preguntó un agente.
-No.-dijimos los dos.
-Si se os ocurre algo más, cualquier detalle, contactar con nosotros, ¿sí?-nos dijeron.
-Claro, no lo dude.-respondió Carlos.
Los policías se fueron. Nos quedamos Magí, Carlos y yo.
-Lo siento. No pensaba que esta sorpresa iba a acabar así.-nos dijo Magí bastante triste.
-Tú no tienes la culpa.-le dijo Carlos.
-Claro que no. Pero...¿qué querían esos tipos?-pregunté yo, dudosa.
-No lo sé, pero tarde o temprano la policía se lo sacará, ya verás.-me dijo abrazándome.
-Bueno, vamos al hospital, ¿no?-dijo Carlos después de ese abrazo.
-Claro, vamos.-afirmó Magí.
Cogimos un taxi y fuimos hacia el hospital. Preguntamos por ellos en la recepción que había y nos dirigimos hacia la habitación. Estaban repartidos en dos habitaciones.
-¡Álvaro!-grité desde la puerta dirigiéndome a él.
-Mi niña...-me susurró dándome un beso.
-¿Como estás? Joder, siento no haber bajado, de verdad. No sabía que hacer.-le dije llorando.
-Hiciste lo correcto, no te preocupes. Ya estoy mejor, enana. Ya verás que en nada nos dan el alta a todos.-me dijo tranquilizándome. 
-Me odio, te lo juro. Si hubiera bajado, puede que hubiera evitado todo esto... O quizás entretenerlos un poco, no sé.-le dije llorando todavía más.
-Deja de acribillarte a ti misma. Tú no podías hacer nada, no pienses eso...-me dijo.
Las chicas ya habían visto todas a sus respectivas parejas y Magí visitó a cada uno de los chicos.
-¿Qué os han dicho?-preguntó Magí a Álvaro y David que eran los que estaban en esa habitación.
-Yo solo tengo daños leves. El ojo morado, la ceja rota... Y poco más.-respondió Álvaro.
-A mi me han dejado el labio destrozado... Es lo único.-respondió David.
Después de eso, Magí se fue hacia la otra habitación, donde estaban Blas y Dani.
-¿Qué te pasa?-me preguntó Álvaro.-Estás temblando.
-Tengo frío, miedo... No sé, es un acumulo de cosas.-le respondí.
-Ven aquí, anda.-me dijo ofreciéndome un lado de la camilla.
Me tumbé a su lado y me abrazó. Cada vez iba teniendo menos frío. Álvaro era el único que me quitaba el frío, el miedo y todo... 

domingo, 20 de enero de 2013

Capítulo 24. {No dudes en perseguir tus sueños.}

Todos escuchamos un ruido muy brusco. Por fin, todos creímos a Carlos.
-Carlos, tenías razón...-dijo Natalia.
-Tengo miedo.-dije.
-Tranquila, no va a pasar nada.-me dijo Álvaro para tranquilizarme. 
-Chicas, subid todas a las habitaciones, corred.-dijo Blas.
-¿Y vosotros?-dijo Carla.
-Nosotros nos quedamos aquí, para vigilar. Iros tranquilas.-dijo Blas.
Las chicas nos fuimos a mi habitación y la de Álvaro, era la que tenía el armario más grande, y fuimos allí por si teníamos que meternos dentro.
-Tengo mucho miedo.-dijo Aina temblorosa.
-Los chicos están abajo, no nos va a pasar nada.-dijo Laura tranquilizándola.
-¿Y a ellos quién les protege?-preguntó Aina.
Todas nos quedamos en silencio y nos dimos cuenta de lo peligroso que era que estuvieran ahí abajo sin ninguna protección.
Escuchamos a alguien que subía por las escaleras y nos escondimos.
-¿Donde estáis, chicas? Soy yo, Álvaro.-dijo Álvaro susurrando.
-Aquí.-dije abriendo la puerta del armario.
-Chicas, hay tíos ahí fuera que quieren algo de nosotros, no sé el qué, pero quieren algo. Así que no se os ocurra moveros, por favor. Y tranquilizaros.-dijo Álvaro muy serio.
-Tened cuidado, por favor.-dije apunto de llorar.
-Eh, eh, pequeña, tranquila. Todo va a salir bien. Ya verás como mañana nos estamos riendo de todo esto en la piscina. Te quiero.-me dijo Álvaro. Después, me besó.
Yo le acaricié el pelo y le dejé ir.
-Bueno, vamos a hacerle caso. Vamos a cerrar el armario y nos quedamos aquí hasta que alguno de ellos venga.-dijo Laura.
Así fue. Cerramos el armario de nuevo y nos quedamos allí esperando, a saber lo que estaba pasando.
Al rato escuchamos un tiro, rompieron una ventana, o eso parecía.
-¿Y si les han dado a alguno de los chicos? No me pienso quedar aquí.-dije.
-No podemos salir de aquí, pase lo que pase. Ya has escuchado a Álvaro.-me dijo Carla.
Negando con la cabeza, abrí la puerta del armario y salí fuera. Las chicas intentaron impedirlo, pero no pudieron. Fui acercándome a las escaleras poco a poco. Me crucé con Dani, me dijo que estaba loca por salir de allí.
-¿Y ese tiro que se ha escuchado?-le pregunté susurrando.
-Han roto la ventana principal, para dar miedo, pero nada más. Ya hemos llamado a Magí y le hemos puesto al corriente de todo, no tardará en llegar con la policía.-me dijo Dani.
-Menos mal... Espero que no pase nada, si no, me muero.-dije con tristeza.
-Tranquila, peque. No va a pasar nada.-me dijo llevándome hacia su hombro.
Yo le sonreí y Dani fue acercando sus labios a los míos, poco a poco.
-Para.-le dije alejándome.-Yo amo a Álvaro y tú a Aina, no sé por qué haces esto.
-Tienes razón, lo siento. Es que te he visto tan sensible que daban ganas de besarte. No volverá a pasar.-dijo agachando la cabeza.
Acto seguido, se escuchó como entraron en la casa.
-¡Cabrones!-dijo Álvaro dirigiéndose hacia ellos, detrás iba Blas y David.
Los ladrones cogieron a Álvaro por el brazo y le pegaron un puñetazo.
-¡Hijos de puta! Dejadle en paz.-grité desde las escaleras, casi llorando.
-Cállate, niñata.-me gritaron desde abajo.
Después, Dani y yo presenciamos como también pegaban a Blas y David. Ellos se defendían, pero no pudieron hacer mucho. Carlos llegó por detrás para defenderlos. Finalmente, Dani también bajó.

*Continuará...*

viernes, 18 de enero de 2013

Capítulo 23. {No dudes en perseguir tus sueños}

Ya empezaba a anochecer cuando Magí dijo que era hora de darnos la sorpresa. Todos nos pusimos muy elegantes. Los chicos me sorprendieron bastante, estaban muchísimo más guapos vestidos con traje. 
-Chicos, hay que ir en coche unos 15 minutos, ¡subir!-dijo Magí.
-¡Allá vamos!-dijo Blas.
Todos nos sentamos con nuestras respectivas parejas y Magí iba con el conductor. Fueron 15 minutos largos, no podíamos esperar más a saber la sorpresa. Antes de llegar, pararon el coche y nos pusieron a todos una venda en los ojos. Comenzó a andar otra vez el coche hasta llegar a la casa. Pararon el coche y nos dijeron que bajáramos, aunque nos costó un poco porque no veíamos nada.
-A la de tres os quitáis las vendas. Una, dos y... ¡Tres!-dijo Magí.
Todos nos quitamos la venda muy deprisa y nada más abrir los ojos vimos esto:


-Madre mía... ¡Es increíble!-dijo Dani.
-¿Podemos entrar ya?-dijo David ansioso.
-Que pasada... ¡Me encanta!-dijo Aina.
-No os voy a hacer sufrir más, chicos. Sólo una cosa, aquí es donde pasaréis estos dos últimos días que os quedan por vivir juntos. Espero que lo disfrutéis al máximo, ¿vale? Yo me tengo que ir ya, nos vemos en dos días. ¡Disfrutar!-dijo Magí mientras se iba alejando.
-¡Gracias!-dijimos todos al unisono. 
No tardamos un minuto más para entrar en la casa, si por fuera era espectacular, no puedo describiros como era por dentro. Una casa de lujo total. 
-Se lo ha currado muchísimo Magí, que grande.-dijo Carla.
-Siempre lo hace, desde el principio ha sido el mejor.-añadió Blas.
-En esta piscinita nos tenemos que dar un baño tú y yo, ¿eh, Maria?-me dijo Álvaro dándome un codazo.
-Ya veremos.-le dije haciéndome la interesante.
Lo que quedaba de día lo aprovechamos para colocar nuestras cosas y mirar cada rincón de la casa, todo era perfecto.
A la noche estuvimos cenando y después vimos una película todos juntos.
-Esto parece un sueño...-dijo Laura.
-Pues disfrútalo mi amor, y prometo que esto es solo el principio de todo lo que te queda por pasar conmigo.-le dijo David.
-¡Que bonito!-dijo Álvaro.
Los dos se sonrojaron. 
-Ey, ¿que ha sido ese ruido?-preguntó Carlos.
-¿Qué ruido?-preguntó Blas.
-He escuchado un ruido, chicos. -dijo Carlos.
-No seas paranoico, anda.-le dijo Dani.
-Os lo digo enserio. Estoy empezando a preocuparme.-dijo Carlos.
-Déjalo ya, Carlos.-le dijo Álvaro empezandole a cansar el tema.

Y efectivamente, Carlos tenía razón. Esa noche pasaría algo que cambiaría nuestras vidas...

domingo, 6 de enero de 2013

Capítulo 22. {No dudes en perseguir tus sueños.}

Nos despertamos a las 10h, no había nadie en la habitación. Seguramente ya estarían desayunando. Nos preparamos y nos bajamos abajo. Antes de que yo abriera la puerta, Álvaro me cogió del brazo.
-Pequeña, que te quiero.-me susurró.
-Yo si que te quiero.-le respondí dándole un beso.
Bajamos y estaban todos reunidos, las chicas estaban llorando.
-¿Que pasa?-preguntó Álvaro.
-Esto se va a acabar antes, lo siento. Las chicas tienen que volver a sus casas.-dijo Magí.
-¿Y eso por qué?-dijo Álvaro enfadado.
-Tenéis gira en Latinoamérica, pasado mañana tenéis que coger un avión.-le explicó Magí.
-¡Eso es genial!-dije feliz.
-No te voy a ver en mucho tiempo, ¿eso es genial?-me dijo Álvaro.
-No, pero es un paso más en vuestra carrera, y estoy feliz por ello. Vosotras por qué lloráis?-dije dirigiéndome a Natalia, Aina, Laura y Carla.
-Esto se acaba antes de lo que pensábamos, ya no será igual cuando nos vayamos de aquí.-me dijo Laura.
-Pero tenéis que pensar en ellos, es un paso gigante en su carrera. No podemos estar tristes.-dije.
-Se te ve muy positiva... Ni nosotros queremos ir a esa gira.-me dijo Dani.
-Lo dirás por ti. Porque no me gustará estar sin Carla, pero yo quiero ir a esa gira.-manifestó Blas.
-Yo aunque me duela... También.-dijo al final Álvaro. Yo le sonreí.
-Chicos, se que estáis de lujo aquí, pero tenéis que ir allí y demostrar lo que valéis. ¿Me lo prometéis?-dijo Magí alegre.
-¡Prometido!-dijeron los chicos al unisono. 
-Pues ahora, ¡a disfrutar de hoy y de mañana!-dijo David.
-Allá vamos.-dijo Carlos.
Nos fuimos a la piscina del hotel, hacia muchísima calor y era lo mejor que podíamos hacer. Así que, fuimos a cambiarnos y nos tumbamos todos en redonda.
-Yo quiero decir algo.-comenzó David.-Este tiempo con vosotros ha sido indescriptible, gracias por todo lo vivido. Pase lo que pase, no olvidéis que os quiero.
-Lo mismo digo, chicas.-añadió Dani.-María, aunque te lo hice pasar mal una vez, quiero que sepas que aquí me tienes como amigo, para siempre.
-Ya lo sé, rubio. Gracias, lo mismo digo.-le dije con una sonrisa.
-Y ahora...¡al agua!-chilló Carlos.
Todos le obedecimos y pasamos una gran mañana en la piscina.
Cuando salimos, Magí nos dijo que esta tarde nos esperaba una gran sorpresa. Estábamos ansiosas por saber aquella sorpresa, pero teníamos que esperar. Así que, hicimos tiempo divirtiéndonos y esperando a que llegara la hora.