martes, 2 de julio de 2013

Capítulo 36. ¡SEGUNDA TEMPORADA! -No dudes en perseguir tus sueños-

*Me suena el teléfono*
-¡Hola mamá!
-Hija...
-¿Qué? ¿Que pasa?
-Ven al hospital, por favor.
-¿Qué? ¿Pero por qué? ¡Dime qué pasa!
-Tu hermana... ha tenido un accidente con la moto.
-¿Qué dices? No es verdad. Dime que no es verdad. Mamá, por favor.
-Te esperamos aquí, cielo...

Y de repente me colgó. Yo me puso a llorar y a gritar de la rabia. Álvaro intentaba calmarme pero ni él podía. Veía cada como cada vez se preocupaba más y más, pero en esos momentos no podía tranqulizarme y contarle lo que me pasaba. Sólo le dije que me llevara al hospital, y así hizo.
Subí corriendo hasta la habitación pero mi hermana no estaba, estaban mis padres y mis tíos.
-¿Donde está Paula?-pregunté llorando.
-Han tenido que llevarsela de urgencia a quirófano.-me dijo mi padre, ya que a mi madre no le salían las palabras.

Mis tíos le explicaron a Álvaro lo que pasaba, yo salí fuera a unos bancos que habían, a llorar más.
Álvaro vino hacia mi y me abrazó. Fue quizás, el abrazo más sincero que noté desde que estábamos juntos.

-Tienes que ser fuerte, enana. Por tus padres, por tu familia... y por mi.
-No puedo... Esto es demasiado para mi. Como le pase algo me muero.
-Ey, no pienses eso. No le va a pasar nada. Ya verás como hacen todo lo posible y en unas semanas estará perfecta.
-Ojalá lleves razón.

Me dio otro abrazo y vi como se acercaba un médico hacia la habitación. Me levanté corriendo para ver lo que decían.

"Lamentándolo mucho tengo que informaros que Paula está en coma. Hay esperanzas de que se ponga bien, pero no puedo asegurar nada."

Al oír esas palabras me puse a llorar y otra vez empezó mi rabia.

-¿Como que no puedes asegurar nada? Haz lo imposible. Es mi hermana, joder.-le dije gritando.
-Señorita, ya lo sé. Nosotros hacemos todo lo que podemos.
-¿Sí? Pues no lo veo, eh. Vaya allí donde la tengan y hagan algo, en vez de estar perdiendo el tiempo.-le volví a decir gritando.
-María, no le hables así. Tranquilízate.-dijo mi padre.
-Perdone por esas palabras, doctor, es que para ella esto es muy grave.-le aclaró mi madre.
-No se preocupen, ya iremos informando de su estado.

El doctor se fue, y yo volví al banco donde estaba antes. Álvaro me siguió.

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